Una solana muy pequeña, del tamaño de un balcón (y única de este tipo en Campillo) que embellece esta fachada . El pueblo vecino de Fuentelcesped tiene varias de este tipo, más grandes en longitud, y recorren toda la fachada en el último piso.
La buena construccion de esta casa de la primera mitad del s.xx ha sido, lamentablemente trasformada por una moda, aún no superada, de pintar con cemento gris la unión entre piedras para evidenciar que una casa de piedra es verdaderamente de piedra. Esta moda se extendió como una plaga por todos los pueblos, y actualmente sobrevive con algún rebrote. Su continuación será aún más terrible: la temible casa chapeada con piedra pretendiendo (y fracasando estrepitosamente) que una casa que no es de piedra parezca de piedra. Como vemos, cuando parece que un virus está controlado aparece otro más letal: el chapeado artístico. Qué el cielo nos proteja.
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