21/7/09

callejón de la Plaza Mayor (casas, patio y horno derribados en 2010)

En uno de los callejones de la Plaza Mayor se encuentra esta interesante construcción tradicional que a pesar de alguna reforma en el siglo pasado conserva el sabor de las casas de otra época.
Perteneciente a la misma casa, y en el mismo callejón se encuentra un antiguo horno de pan abandonado a la ruina y que en este último año se ha convertido en un montón de escombros.
Curiosamente, en estos pueblos se abandonan a la ruina valiosos tesoros de nuestra cultura popular, que sólo exigen para su mantenimiento la colocación de alguna teja caida, y mientras se recrean construcciones de estilo castellano, o imitando lo popular, de dudoso gusto y completamente falsas.*
 
*Alguien dirá eso de sobre gustos no hay... A estos convendría recordarles que hay sobre el gusto muchas publicaciones y que por su peso y cantidad servirían para lapidar a quien aún siga haciendo estos comentarios.
 
Un pie derecho*, marca el límite de esta casa: una solución poco frecuente que quizás delate su antiguedad.
* Los muros entramados funcionan mediante una estructura configurada con las propias piezas de madera y según un sistema de unión enormemente variable y a veces de un gran virtuosismo (en los ejemplos más audaces y experimentales de arquitectura popular no sometida a normativa ninguna). Los cuarteles de madera son rellenados después por material de plementería que inevitablemente, con el tiempo, entra también a formar parte decisiva del conjunto estructural, de modo solidario con las piezas de madera y según un principio conocido y aceptado por el constructor tradicional. Claro está que el entramado no es el único sistema constructivo que emplea madera de forma relevante en la edificación, pero es precisamente el que representa el estadio culminante, desde el punto de vista estructural, del trabajo arquitectónico con la madera en el contexto de la arquitectura tradicional. Más allá de los simples encestados o facturas imitativas en madera propias de los hombres primitivos (a menudo emulando las construcciones de los animales), y más allá del sistema de los muros armados (en los cuales la madera actúa de refuerzo en los muros de fábrica), el entramado es el sistema que representa el auténtico armazón constructivo (cuyas derivaciones conceptuales, como sabemos, llegan hasta la arquitectura moderna) y se halla amplísimamente difundido en el conjunto de la arquitectura popular y especialmente en el mundo europeo. Este tipo constructivo no solo incluye elementos horizontales (vigas, zapatas, codales, etc.) y verticales (pies derechos), sino también en diagonal (tornapuntas), y alcanza niveles de complejidad variados según el clima y la tradición constructiva local. Su característico modo de operar “autoportante” aligera la construcción y permite la configuración de espacios interiores abiertos y grandes huecos exteriores, posibilidades que si bien no son siempre aprovechadas por la arquitectura tradicional (pues el clima o los usos interiores pueden presentar motivos en contra) en cambio sí parecen más cercanas a concepciones arquitectónicas modernas que nada tienen que ver, en cambio, con la arquitectura “histórica” o monumental construida habitualmente con piedra o con ladrillo.

El entramado de madera como arquetipo constructivo: de la arquitectura tradicional a los sistemas modernos. Luis Maldonado Ramos. Catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura David Rivera Gámez. Profesor de la Universidad Alfonso X el Sabio.

 

Sobrevive,asombrosamente, el escudo de la cerradura de la entrada lateral, que no ha sido visitado por los coleccionistas que han arrasado las puertas de nuestro pueblo.
Toda la piedra menuda de la fachada queda rejuntada con un mortero de cal y arena. Quedan visibles las piedras de los vanos.
Uno de los pocos tejados que mantiene la ripia de enebro bajo la teja a canal haciendo un pequeño alero. Se aprecia el puntal de enebro visto que forma parte del entramado de de la casa.
Lateral trasero de la misma casa. Alero con canes, tabla y teja invertida.
 
entrada al pequeño patio desde donde se accede al horno
 
Se puede ver la chimenea de ladrillo macizo y la entrada con un pequeño espacio con asiento y estanterías.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy interesante lo que comentas en este espacio. Estoy contigo en que no es tan costoso el mantener estos vestigios, sin embargo creo que hay muchos dueños de inmuebles (herederos de los verdaderos propietarios) que no pisan por el pueblo en décadas, han perdido el arraigo a las raices y al lugar de sus antepasados, sumando además que probablemente carecen de sensibilidad con este tipo de cuestiones, una lástima. Desconocía la existencia de este horno y repito, los datos que aportas son más que enriquecedores. Gracias.