Cada comarca tiene sus palomares, ¿o habría que decir tenía? Estas construcciones que han quedado asociadas para siempre al paisaje castellano van desapareciendo lentamente abandonadas a su ruina.
Una humilde construcción se hace paisaje, hitos que marcan la presencia humana en un territorio muy antropizado. El tiempo pasa y se funde con otros tiempos, no se crea cicatriz en el paisaje, se hace piel, piel humana construida con los trabajos y los días.
Una construcción elemental: cuatro paredes de piedra, una puerta y un tejado a la molinera. El derrumbe del tejado deja a la vista las casillas de los nidales, la vegetación toma este espacio interior. Una pared ciega oculta la Serrezuela; al otro lado, junto a la puerta, dos piedras para tomar asiento al sol….. al sur.
Una humilde construcción se hace paisaje, hitos que marcan la presencia humana en un territorio muy antropizado. El tiempo pasa y se funde con otros tiempos, no se crea cicatriz en el paisaje, se hace piel, piel humana construida con los trabajos y los días.
Una construcción elemental: cuatro paredes de piedra, una puerta y un tejado a la molinera. El derrumbe del tejado deja a la vista las casillas de los nidales, la vegetación toma este espacio interior. Una pared ciega oculta la Serrezuela; al otro lado, junto a la puerta, dos piedras para tomar asiento al sol….. al sur.
1 comentario:
Quedan pocos palomares en nuestro pueblo.Muy bonitas las instantáneas.Qué expresiva la descripción.
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