28/7/10

Recuperar el Navajo. S.O.S.




Durante estos últimos años algunos vecinos hemos intentado que el Navajo recupere la vida que tenía antes de ser dragado. Lo intentamos siguiendo lo escrito en el letrero que indica la titularidad del lugar: unos plantaron eneas, carrizos, juncos, sauces y otras plantas silvestres recogidas de charcas próximas; de estos mismos lugares se trajeron huevos de anfibios que aceleraron la repoblación animal del lugar. Aparecieron libélulas, garapitos, zapateros. También ocasionalmente algunas aves viajeras, este año, una pareja de cormoranes y una garza que año tras año descansa en nuestra charca.

Rana. Navajo-2008


Tritón. Navajo-2008


Con el tiempo se han visto los tritones, gallipatos, ranas, sapos, culebras de agua o ranitas de San Antón que habitualmente llenan de vida las charcas de la zona. Esperábamos que algún día volviesen las pollas de agua que anidaban entre la vegetación acuática.
Como se ve hemos colaborado -como dice el cartel que puso nuestro ayuntamiento con la mejor intención- en mejorar el medio ambiente, fauna y flora autóctonas.


El cartel de El Navajo
Durante este tiempo, después de ser recuperada, alguien llevo patos que no perjudican el medio ambiente que se quiere recuperar pero……esto fue el tiro de salida para lanzar bichos de todo tipo a las charcas. Los primeros –entre los más dañinos- la carpa asiática y el carpín dorado que como ratas de agua- han infectado las charcas devorando todo lo que pueden, especialmente las algas –ovas- que aparecieron tímidamente al principio cuando aún no burbujeaba la charca por el exceso de peces. Creo que habría que permitir la pesca, o mejor, hacer concurso de pesca (en fiestas) para controlar la superpoblación. Si se extermina la plaga lo agradecería la vida autóctona. Téngase en cuenta que una carpa pone 150.000 huevos por kilo de peso, viven unos cuantos años y llegan a pesar 12 kilos.
Otros no son tan dañinos, mueren rápidamente como una pobre carpa roja japonesa (con sus enormes ojos fuera de las órbitas), o viven el celibato en soledad –afortunadamente- como la voraz tortuga tropical que se ve de vez en cuando.

La última ocurrencia ha sido soltar ocas y gansos. Un animal muy territorial que alcanza un buen tamaño y come todo lo que pilla, hasta palomas muertas. No sólo son agresivos entre ellos, también con los patos (condenados a comer los últimos) y que desaparecen misteriosamente.
Estas ocas y gansos han devorado gran parte de la vegetación acuática replantada cuidadosamente desde hace casi diez años.













Un rincón del Navajo -2008- (con rana de S. Antón) El mismo lugar devorado, hoy sin juncos,sin eneas (y sin ranas)



Las plantas de las orillas son el refugio de los anfibios y es donde ponen sus huevos. Lógicamente la población de ranas casi está en mínimos y otros animalillos como los tritones o las ranas de San Antón han desaparecido. Todos ellos –por cierto- comen muchas de las larvas de los mosquitos (en su fase acuática). Las inofensivas culebras de agua son exterminadas por los ignorantes que deben pensar que son cobras o boas. Por cierto, es uno de los pocos depredadores que tienen las carpas.
Así pues si a estos amantes de la naturaleza no les gusta la flora y fauna autóctona y prefieren una gigantesca bañera hormigonada para ocas y gansos, por favor, pidan al ayuntamiento que elimine el cartel. Nos ahorraran el esfuerzo de cuidar el Navajo y la vergüenza de leer un cartel que no reflejará las loables intenciones del ayuntamiento.
Una vez que consigan sus objetivos ya podrán disfrutar dando de comer…….a los caimanes. ¡Vaya, creo que mejor no digo más…no hay que dar ideas!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena la idea del concurso de pesca de carpa-tiburón en fiestas...me ha gustado mucho lo que has escrito, directo y contenido, espero que lo lea mucha gente
saludos, Susana