D.E.P.
En una de las últimas reformas de la Calle Real ha desaparecido esta magnífica puerta encuadrada con sillería. El dintel, con la inscripción AÑO 1780, tiene dos grandes jambas que encuadraban este sobrio y bello umbral.
Estos elementos, que dan época y calidad a un edificio, son eliminados en nuestros pueblos sin ninguna consideración, como un elemento que afea la fachada. Curiosamente se añaden piedras -pegadas- para conseguir un efecto estético cercano al chalé modelo clásico mientras se eliminan los autenticos elementos clásicos. Las soluciones tradicionales desaparecen y son sustituidas por otras -anodinas- de catálogo.
El color anterior de la fachada - a la tirolesa -era una armonía de gris azulado y tierra amarilla, ideal para reflejar una tarde de sol como ésta que vemos en la imagen.
Aunque la fachada ha perdido alegría y color, el lado positivo es que no se ha chapado -como suele ser habitual- con piedra al estilo Exín castillos. Ésta es una terrible plaga que nos invade en La Ribera. Qué triste es conformarse con lo insípido antes que padecer la vulgaridad.
Como diría Kurtz en El corazón de las tinieblas: ¡El horror! ¡El horror!
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