La belleza del invierno no está en el color, está en el matiz y en el aire. Todo está lleno de vida, pero es vida latente. Es el tiempo del frío, del reposo, y del silencio que enmarca el canto lejano de un ave.
El musgo es en algunos lugares una alfombra de olor. Así es este lugar que en Campillo llaman Fuente Vieja.
El musgo es en algunos lugares una alfombra de olor. Así es este lugar que en Campillo llaman Fuente Vieja.
Como otras construcciones de utilidad pública, la fuente se construyó no exenta de hermosura: bien proporcionada y con espacio suficiente para cubrir el manadero y ser utilizada, si fuese necesario, como cobijo.
Vemos una data en uno de sus bien escuadrados sillares que se corresponderá, probablemente, con una reforma, ya que su construcción es anterior (A.H.P. de Burgos): su renovación fue concertada por Juan de la Portilla en 1752*
La Fuente Vieja en el Blog de Campillo de Aranda
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