14/8/09

Las bodegas se hunden

Desde hace años, en Aranda de Duero, se esta recuperando un tesoro cultural que, como otros tesoros ocultos, es subterráneo: las bodegas. En ello están empeñados tanto la población -a través de las peñas- como el ayuntamiento. El resultado ha sido recuperarlas para disfrute de los vecinos y visitantes interesados en la cultura del vino. Ahora es motivo de orgullo para todos los arandinos. Y es junto a la iglesia de S. Juan y la de Sta María uno de los monumentos antiguos (las más antiguas probablemente sean del s. XIII) más visitados.
Otros pueblos de nuestra comarca también tienen sus pequeños tesoros; con estas pocas imágenes pretendemos animar a los propietarios para que las bodegas de Campillo dejen de ser un barrio en ruinas. Para que las bodegas y sus lagares no desaparezcan por abandono y desidia, y puede que por un saco de cemento y cuatro tejas. Sabemos que hay algunos valientes, que sorteando todo tipo de obstáculos y pagando los gastos de rehabilitación de su propio bolsillo, están recuperando alguna bodega para uso propio y de aquellos que no ponen un duro para su conservación. Probablemente el Ayuntamiento colabore intentando tapar los socavones que acumulan aguas de lluvias y nieves desde hace años, y que tanto daño están haciendo a las bodegas: hay que entender que hay muchas y algunas de ellas comunicadas. Por todos ellos –también por los rácanos- hay que brindar con un vaso de buen vino, o compartir el jarro o el porrón, con clarete por supuesto. Y además es c……..….cardiosaludable.
Esta bajada tiene una impresionante bóveda de medio cañon.

Grandes losas de piedra forman una bóveda mitrada.




Este arco arranca desde la pared.



Uno de los arcos de medio punto hecho con grandes sillares -perfectos- de piedra caliza que arrancan desde el suelo.


Grandes cubas de vino, casi de la altura de la galería.




Un enrejado de vigas: entre los arcos se empotraron maderos de enebro que sujetan grandes losas de piedra.





Las bodegas son de varios propietarios cada uno tiene su lugar o sitio , abierto o cerrado, para colocar su cuba.





Los maderos de enebro sujetan el techo.







El rincón del rehabilitador









La ventilación de las naves y la salida de materiales en su construcción se hacen a través de la zarzera.









El derrumbe de una bóveda.
Recomiendo no bajar así de frescales a la bodega.
Para todo aquel que quiera más información sobre las bodegas y su historia, especialmente sobre las de Aranda de Duero, como paradigma de las existentes en nuestra comarca, consultad la publicación del amigo Javier Iglesias:
Viñedo, vino y bodegas en la historia de Aranda de Duero. Javier Iglesia Berzosa - Alberto Villahoz García. Ayuntamiento de Aranda de Duero. 1ª edición de 1982. ISBN 84-500-8122-X
Todas las fotografías son de Susana Gómez Bernal.
Fantástica reportera,afirmo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por recordarnos los tesoros escondidos que aún conservamos en Campillo. Brindo por esos valientes rehabilitadores y aplaudo su esfuerzo. Ojalá tu exposición sensibilice a quienes sí pueden hacer algo más, sea propietarios, sea entidades públicas. Sería una idea brillante el comenzar a rehabilitar nuestras bodegas y lagares, que son abundantes y espectaculares. Un saludo y por favor sigue con el blog, tu trabajo es admirable.

Anónimo dijo...

impresionantes bodegones!!