7/10/13

Montaña en el agua_ Rufo Criado y Julián Valle.


Desde el día 5 de octubre permanecerá abierta la exposición Montaña en el agua ; un diálogo entre Rufo Criado y Julián Valle, a través de sus respectivas obras en la galería de arte Río 10 de Quintanilla de Vivar, Burgos.


   Mi trabajo se desarrolló  desde hace 25 años, casi desde el principio, centrado en el paisaje. Siempre con el paisaje más próximo como motivo principal, pero también "sumergiéndome" -cuando he realizado obras "in situ", en el paisaje de otras tierras y en otros países.
En la exposición las obras tienen un tema recurrente: en el caso de Rufo, el agua; y en mi caso, la montaña. No es casualidad que "montaña" y "agua" en chino shan shui , 山水 (en Japón sansui-ga) signifique por extensión "paisaje". Un "universo" que mantiene lazos con el hombre como "microcosmos". Pero “montaña y agua” no deben considerarse como puras metáforas, ya que “encarnan las leyes fundamentales del universo macrocósmico, que mantiene vínculos orgánicos con el microcosmos que es el hombre.[1]


Esto ha sido fundamental en la pintura oriental de paisaje, con influencia del budismo (chen) y el taoísmo, y también en la pintura de paisaje occidental figurativa o abstracta que tiene como origen este "tema": por ejemplo Rothko o Mondrian. Es inevitable la relación de estos trabajos con lo espiritual o con la experiencia religiosa: San Juan de la Cruz  "visualizó" esta experiencia como una subida a una montaña "Monte Carmelo" y el mismo  dibujó este "Monte de perfección" para explicar su intenso y radical "matrimonio espiritual".
El paisaje como género independiente responde a “una nueva necesidad del artista, que por motivos religiosos, o filosóficos, o sencillamente espirituales, ve en la naturaleza su fuente de inspiración, su numen, y el vehículo de expresión de su yo más íntimo y de lo que la naturaleza le genera en su corazón cuando es vivida de forma directa, para ser revivida posteriormente en el lienzo o papel.”[2]


Aunque con resultados y apariencia distintos, tanto Rufo como yo, tenemos "maestros" y referentes comunes  en la Historia del Arte, seguramente por partir de lo mismo: una reflexión -con los materiales propios del artista-pintor- sobre lo que nos rodea a través del paisaje. Teniendo en cuenta que este "lo que nos rodea" es un delicado y misterioso material fundido -por nosotros mismos, para crear un reflejo que nos incluye- y  con los materiales que nos proporciona el propio espacio y, especialmente, el tiempo que transcurre. 
Una pintura que se construye con materia y tiempo desde los orígenes. Estas técnicas -dibujo y pintura- se mantienen eficaces y "actuales" paradójicamente, gracias al exceso icónico, a la sobreabundancia de imágenes, muchas veces con un total descontrol de sentido: un "ruido" que hace de la imágen elaborada, manualmente y "tomándose un tiempo", un pozo amplio y profundo de contenidos.
Esta exposición inaugura un proyecto de la galería que pasa de ser un"duo" o una "confrontación" de artistas, a ser un diálogo. Y como en todo diálogo, importa tanto la búsqueda del "conocimiento" como el placer del diálogo. 
En eso estamos.
Limbo Páramo en Campillo de Aranda
              





GALERÍA RIO 10
Mónica Freijo
c/ RIO, 10
Quintanilla de Vivar (Burgos)
TEL. 947 292 237

De Lunes a Sábado
de 18 a 21h

De Martes a Sábado
de 19h a 21h

Mañanas y festivos con cita previa.





[1] Cheng,  François. Vacío y plenitud. El lenguaje de la pintura china. Madrid: Ediciones Siruela, Serie La Biblioteca Azul nº 3, 2004.
[2] González Linaje, Mª Teresa. La pintura de paisaje: del taoísmo chino al romanticismo europeo: paralelismos plásticos y estéticos. Edición electrónica  http://www.yumpu.com/es/document/view/12116874/la-pintura-de-paisaje-universidad-complutense-de-madrid / Universidad Complutense de Madrid. 2005.

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